Alguien que se deja llevar por sus emociones
Ejemplo de comportamiento basado en las emociones
La inteligencia emocional (IE) suele definirse como la capacidad de percibir, utilizar, comprender, gestionar y manejar las emociones. Las personas con un alto nivel de inteligencia emocional pueden reconocer sus propias emociones y las de los demás, utilizar la información emocional para guiar el pensamiento y el comportamiento, discernir entre los distintos sentimientos y etiquetarlos adecuadamente, y ajustar las emociones para adaptarse al entorno.[1] Aunque el término apareció por primera vez en 1964,[2] ganó popularidad en 1995 con el éxito de ventas del libro Inteligencia emocional, escrito por el periodista científico Daniel Goleman. Goleman definió la IE como el conjunto de habilidades y características que impulsan el rendimiento del liderazgo[3].
La inteligencia emocional se refiere a la capacidad de percibir, controlar y evaluar las emociones. Algunos investigadores sugieren que la inteligencia emocional puede aprenderse y fortalecerse, mientras que otros afirman que es una característica innata[cita requerida].
Se han desarrollado varios modelos para medir la IE. El modelo de rasgos, desarrollado por Konstantinos V. Petrides en 2001, se centra en el autoinforme de las disposiciones conductuales y las capacidades percibidas[4] El modelo de capacidades, desarrollado por Peter Salovey y John Mayer en 2004, se centra en la capacidad del individuo para procesar la información emocional y utilizarla para desenvolverse en el entorno social[5] El modelo original de Goleman puede considerarse ahora un modelo mixto que combina lo que desde entonces se ha modelado por separado como IE de capacidades y IE de rasgos. Investigaciones más recientes se han centrado en el reconocimiento de emociones, que se refiere a la atribución de estados emocionales basados en observaciones de señales visuales y auditivas no verbales[6][7] Además, estudios neurológicos han tratado de caracterizar los mecanismos neurales de la inteligencia emocional[8][9].
¿Cómo se llama a alguien que se deja llevar por las emociones?
Un empático es una persona muy sensible a los sentimientos y emociones de los que le rodean. Los empáticos sienten lo que otra persona siente a un nivel emocional profundo.
¿Qué es un conductor de emociones?
Los seres humanos somos criaturas emocionales y nuestras emociones impulsan nuestro comportamiento. Es más probable que una persona feliz cante bajo la lluvia que una infeliz. Una persona orgullosa es más propensa a limpiar su casa que una persona sin ese orgullo.
Ejemplos de motivación emocional
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La cita resume a la perfección un concepto que se ha convertido en un tema candente en psicología, educación y empresa: la inteligencia emocional. La gente a veces se refiere a la inteligencia emocional como EQ (cociente emocional).
Las personas emocionalmente inteligentes tienen una serie de hábitos y comportamientos que contribuyen a su capacidad para gestionar sus propias emociones y comprender los sentimientos de los demás. ¿Conoce a alguien que esté muy atento a sus propios sentimientos, que sea capaz de expresar sus emociones de forma adecuada y que sea empático y comprensivo con los sentimientos de los demás? Esa persona es probablemente un individuo muy inteligente emocionalmente.
Persona emocionalmente impulsada significado
El término "empatía" se utiliza para describir una amplia gama de experiencias. Los investigadores de las emociones suelen definir la empatía como la capacidad de percibir las emociones de otras personas, unida a la capacidad de imaginar lo que otra persona puede estar pensando o sintiendo.
Los investigadores contemporáneos suelen diferenciar dos tipos de empatía: la "empatía afectiva" se refiere a las sensaciones y sentimientos que tenemos en respuesta a las emociones de los demás; esto puede incluir reflejar lo que esa persona está sintiendo, o simplemente sentirnos estresados cuando detectamos el miedo o la ansiedad de otra persona. La "empatía cognitiva", a veces denominada "toma de perspectiva", se refiere a nuestra capacidad para identificar y comprender las emociones de otras personas. Los estudios sugieren que las personas con trastornos del espectro autista tienen dificultades para empatizar.
La empatía parece tener raíces profundas en nuestros cerebros y cuerpos, y en nuestra historia evolutiva. Se han observado formas elementales de empatía en nuestros parientes primates, en perros e incluso en ratas. La empatía se ha asociado a dos vías diferentes en el cerebro, y los científicos han especulado con la posibilidad de que algunos aspectos de la empatía se deban a las neuronas espejo, células del cerebro que se activan cuando observamos a otra persona realizar una acción del mismo modo que se activarían si la realizáramos nosotros mismos. La investigación también ha descubierto pruebas de una base genética de la empatía, aunque los estudios sugieren que las personas pueden potenciar (o restringir) sus capacidades empáticas naturales.
¿Es malo dejarse llevar por las emociones?
Sin duda, la vida sería más fácil -y el éxito más sencillo- si todo lo que hiciera falta para conseguirlo fuera SABER hacer las cosas bien y DECIDIR hacerlas, ¿verdad? Pero creo que es más acertado decir que la decisión es sólo uno de los pilares del éxito. El otro es la disciplina. Las decisiones sólo nos ayudan a empezar. La disciplina nos ayuda a terminar. Ahí es donde entra en juego el carácter. La emoción puede llevarnos a tomar una decisión. Pero el carácter es lo que nos hace seguir adelante, incluso cuando las cosas se ponen difíciles. En Developing the Leader Within You, escribí sobre algunas diferencias entre las personas impulsadas por el carácter y las impulsadas por las emociones:
El difunto Louis L'Amour es uno de los autores más vendidos de todos los tiempos, con más de 300 millones de ejemplares vendidos de sus populares novelas del oeste y colecciones de cuentos. Cuando le preguntaron cuál era la clave de su prolífica escritura, respondió: "Empieza a escribir, pase lo que pase. El agua no fluye hasta que se abre el grifo". Deja que el carácter y la disciplina te impulsen, y salvarás la distancia entre el saber y el hacer. Esto te llevará más lejos en el viaje del éxito.
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