Mecanismo de defensa de la personalidad
La jerarquía de los mecanismos de defensa
Cuando pasamos de la infancia a la edad adulta, experimentamos muchísimos cambios. El que me vino a la mente el otro día, mientras sostenía en mis brazos al recién nacido de una amiga y pensaba en la distancia psicológica entre su mente infantil y la mía, fue la conciencia de todas las defensas de la personalidad y estrategias de afrontamiento que aprendemos mientras crecemos; lo importantes que son para mantenernos a salvo de los elementos más depredadores de nuestro mundo, pero también la apertura que podemos perder a medida que estas defensas se van construyendo.
Las defensas de la personalidad (técnicas de afrontamiento, mecanismos de defensa) son importantes porque influyen mucho en la facilidad con la que las personas son capaces de entablar y mantener relaciones sanas y rechazar relaciones malsanas. Al desarrollarse orgánicamente en respuesta a situaciones y experiencias frustrantes, difíciles y dolorosas, funcionan como el equivalente humano de un cortafuegos informático, que ayuda a defenderse de las relaciones hirientes y abusivas, mientras que, con suerte, también permite que pasen las relaciones sanas y enriquecedoras. Discriminar cuándo hay que estar a la defensiva y cuándo no es clave para la salud. Necesitas defenderte para mantenerte a salvo de quienes quieren meterse contigo, pero también necesitas saber cuándo relajarte y bajar las defensas para conservar la capacidad de inocencia, apertura y relaciones sanas. Las defensas son importantes, un sistema inmunitario en sí mismo. Merece la pena dedicar un ensayo a hablar de ellas.
¿Cuáles son los 4 mecanismos de defensa?
He aquí algunos mecanismos de defensa habituales:
Negación. Represión. Proyección. Desplazamiento.
¿Es el ego un mecanismo de defensa?
Antecedentes: Los mecanismos de defensa del ego son procesos psicológicos inconscientes que ayudan al individuo a prevenir la ansiedad cuando se expone a una situación estresante.
Mecanismos de defensa pdf
Todas las medidas basadas en la DMRS hacen referencia a la jerarquía de mecanismos de defensa generalmente aceptada (American Psychiatric Association, 1994, 2013; Hoglend y Perry, 1998; Lingiardi et al., 1999; Drapeau et al., 2003; Hilsenroth et al., 2003; Perry, 2014; Di Giuseppe et al., 2019, 2021; Tanzilli et al., 2021). En la Figura 1 se muestra un resumen gráfico de la jerarquía de los mecanismos de defensa.
Figura 1. La organización jerárquica DMRS de categorías defensivas, niveles de defensa y defensas individuales. Tabla adaptada de Perry y Bond (2012), Tabla 1. Las llamadas defensas depresivas están en negrita.
Esta jerarquía describe 30 mecanismos de defensa organizados en siete niveles defensivos, cada uno de los cuales tiene algunas funciones generales que las defensas constituyentes comparten en cómo protegen al individuo de la ansiedad, o de una sensación de amenaza de fuentes internas o externas, o de conflictos.
La categoría defensiva neurótica representa el rango medio de adaptabilidad e incluye todas las defensas pertenecientes a los niveles de defensa neurótico y obsesivo. El uso elevado de estas defensas de rango medio describe la capacidad del individuo para enfrentarse al lado emocional o cognitivo de los estresores internos o externos, que pueden manejarse de uno en uno. Estas defensas ayudan al individuo a mantener fuera de su conciencia partes del conflicto (por ejemplo, sentimientos, deseos y pensamientos asociados), que generarían una ansiedad intolerable si se percibieran como una experiencia psicológica integrada. Por último, la categoría defensiva madura corresponde al nivel de defensa de alta adaptación e incluye los mecanismos de defensa más adaptativos, que se solapan con lo que en otros marcos teóricos se denominan estrategias de afrontamiento positivas. El uso elevado de defensas maduras favorece la experiencia integrada y parcialmente consciente de sentimientos, ideas, deseos y pensamientos asociados a un conflicto interno o a una situación estresante externa. Estas defensas ayudan al individuo a lidiar con sus experiencias psicológicamente estresantes integrando los afectos con las ideas, optimizando y posiblemente resolviendo la causa interna o externa de la angustia (Vaillant, 1977, 1992). Este modelo tripartito de organización jerárquica de las defensas de la DMRS se utiliza a menudo para resumir la madurez defensiva de un individuo atendiendo a las puntuaciones proporcionales obtenidas en cada una de las tres categorías defensivas.
Mecanismo de defensa de la disociación
Diferencias de géneroNo hubo diferencias estadísticamente significativas en la prevalencia de mecanismos de defensa maduros entre los dos grupos. Sin embargo, la puntuación media de los mecanismos neuróticos fue mayor en las mujeres (5,72 frente a 5,44; p < 0,05) que en los hombres. Al comparar los mecanismos de defensa individuales, los autores observaron que la Deshacerse, la Idealización y la Somatización eran significativamente más frecuentes en las estudiantes de medicina, mientras que el Aislamiento, la Devaluación, la Negación y la Disociación eran comúnmente empleados por la población masculina (Figura 1)Figura 1
ReferenciasHistorial de prepublicaciónDescargar referenciasAgradecimientosLos autores desean dar las gracias al Dr. Naim Siddiqui por su constante supervisión y apoyo, al Dr. Saman Iqbal y a la Dra. Riffat Moazam-Zaman por sus valiosos comentarios. Agradecemos el continuo apoyo administrativo de Shakeel Damani y Dominic D'Souza (asistente administrativo principal).
Financiación: Esta investigación ha contado con el apoyo parcial de fondos de investigación del Departamento de Ciencias de la Salud Comunitaria de la Universidad Aga Khan.Información sobre los autoresAutores y afiliacionesAutoresAutor corresponsalCorrespondencia a
Mecanismos de defensa de Freud
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Sigmund Freud sostenía que cuando se le colocaba en una situación psicológicamente peligrosa o amenazante, era probable que el paciente recurriera a mecanismos de defensa para protegerse. En un contexto psicoanalítico, una amenaza peligrosa es algo que desafía el autoconcepto o la autoestima del paciente (Baumeister, Dale y Sommer, 1998).
Inicialmente, Freud argumentó que estas amenazas eran pulsiones básicas (específicamente pulsiones sexuales y agresivas) que estaban en desacuerdo con el ego (Baumeister et al., 1998); por ejemplo, sentirse atraído sexualmente por el hijo de uno.
Más tarde, Freud refinó su teoría cambiando el enfoque hacia la preservación de la autoestima. Específicamente, postuló que cuando la autoestima y la autoimagen del paciente se veían desafiadas o amenazadas, éste recurría a ciertas estrategias cognitivas o mentales para proteger su autoestima (Baumeister et al., 1998).
Descubre el fascinante mecanismo de defensa de la personalidad
Los mecanismos de defensa de la personalidad son estrategias psicológicas que utiliza el individuo para protegerse de situaciones estresantes o amenazantes. Estos mecanismos pueden manifestarse de diversas formas, como la negación, la proyección o la represión. Comprender cómo funcionan estos mecanismos es crucial para el desarrollo personal y la salud mental. Los psicólogos utilizan técnicas terapéuticas para ayudar a las personas a identificar y manejar sus mecanismos de defensa, promoviendo así un mayor bienestar emocional y psicológico.
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