Test que tipo de madre tengo

¿Qué tipo de padres tengo?

1. La madre de libro. Por lo general, aunque no siempre, se trata de una madre primeriza. Conoce la cantidad recomendada de sueño, comida, pañales sucios y Tylenol infantil que debe tomar un bebé según su edad y peso. Sabe exactamente cuándo deben aparecer los primeros dientes y en qué orden. Es capaz de reconocer a primera vista la costra láctea, el virus respiratorio sincitial y la quinta enfermedad. Esta mamá es una fuente de conocimientos útiles, pero nunca debe sustituir al pediatra. Además, tiende a la ansiedad. Te preguntas por qué?

2. La madre que se deja llevar. Esta madre es el polo opuesto a la madre que sigue los libros. Está muy atenta a las necesidades de su bebé, suele estar tranquila y no se inmuta ante un pequeño sarpullido o un llanto inexplicable. Si al bebé se le revienta el pañal o le escupe encima, no pasa nada. Es lo que hacen los bebés. Es bueno tener a esta madre cerca como recordatorio de que no hay que asustarse por cada pequeña cosa, pero a veces es un poco DEMASIADO relajada. ¿Dejar que tu bebé coma arena y que un perro extraño le lama la boca? Qué asco.

3. La mamá mártir. Este tipo de mamá es muy común. De hecho, diría que hay un poco de mamá mártir en todas nosotras. Siempre se pone en último lugar, ya sea comiendo, durmiendo o incluso con la higiene personal básica. Su bebé siempre está adorablemente vestido y limpio, mientras que ella suele estar desarreglada, apurada y engullendo un café con leche tibia porque no tuvo tiempo de comer. Te dará su última toallita o galleta Goldfish e insistirá en que TÚ elijas el parque para vuestra cita semanal de juegos. Sin embargo, nunca está disponible para una salida nocturna de mamá, porque no se siente bien pidiéndole a otra persona que cuide al bebé.

¿Qué clase de madre soy?

¿Alguna vez te has preguntado si acabarías siendo la suegra que temías para ti misma? Por mucho que nos cueste admitirlo, tenemos que ser sinceros: algunos de nosotros tenemos un lado celoso/sobreprotector. Ese rasgo de personalidad podría afectarte como suegra algún día. La relación de una madre con su hijo es difícil de soltar o compartir con nadie, así que cuando llegue el momento, quizá puedas estar preparada sabiendo qué tipo de suegra serás. Hay diferentes tipos de suegras y algunas de ellas distan mucho del estereotipo de suegra monstruosa. Haz este test de suegras y averigua qué tipo de suegra podrías acabar siendo, así podrás empezar a prepararte.Créditos de la imagen principal: Beirutcom

Qué tipo de madre serás en el futuro

Los cinco tipos de madre son: perfeccionista, imprevisible, mejor amiga, yo primero y completa. Todos ellos están relacionados con las interacciones que una madre tiene con su hijo y la relación que construyen juntos. Si entiendes cuál es tu tipo de madre (o, tal vez, cuál es el tuyo), podrás tomar medidas saludables y positivas para sanar o fortalecer tus relaciones familiares.

Una madre perfeccionista suele ser una mujer excesivamente controladora, temerosa y ansiosa, para la que la apariencia lo es todo. Según Poulter, "los hijos de una madre perfeccionista tienden a ser hipercríticos consigo mismos, a sentirse inadecuados y vacíos emocionalmente".

Tus puntos fuertes: Puedes tener un fuerte sentido del compromiso en las relaciones, y eres responsable y fiable en todo lo que haces. También valoras el trabajo duro y la persistencia como cualidades fundamentales de tu carácter.

Ansiosa, enfadada, excesivamente emocional, una madre impredecible se siente abrumada por los sentimientos, por lo que su estilo de crianza se basa puramente en el estado de ánimo. Este tipo es el más caótico de los cinco tipos de madre. Crea problemas, cuestiones y crisis en su mente, a través de sus emociones y relaciones, y se los transmite a sus hijos.

¿Soy una buena madre?

Sabe cuándo pedir consejo o ayuda. Una buena madre sabe cuándo puede resolver las cosas por sí misma y cuándo necesita pedir ayuda a los demás. Una buena madre puede necesitar indicaciones sobre dónde encontrar ayuda o consejo cuando las cosas se ponen difíciles. Una buena madre sabe cuándo aceptar cualquier ayuda que sea buena para su familia y cuándo rechazar cualquier consejo que no mejore las cosas. Sabe reír. Una buena madre sabe que la risa es a veces la mejor medicina. Sabe que no pasa nada por reírse de la leche derramada o de cualquier situación que no haya salido bien. Sabe reírse con los demás y no de los demás. Sabe que está bien llorar. Una buena madre sabe que llorar puede ser curativo. Sabe que a veces es vital dejar que las lágrimas fluyan, que es saludable para su bienestar. Sabe que está bien dejar que los demás la vean llorar, pero que si necesita un tiempo a solas, puede apartarse hasta que se sienta mejor. Sabe que si no puede dejar de llorar, debe pedir ayuda a alguien de confianza.