Mi pareja no pone límites a su familia

Resentirme con mi marido por no poner límites

Cuando tienes una relación con alguien, es importante trabajar en equipo. Pero cuando tu pareja se esfuerza por equilibrar su lealtad hacia ti y hacia su familia, es posible que te sientas todo menos unida. Es habitual sentirse herido o traicionado si tu pareja no te apoya cuando su familia te critica o te juzga. No coincidir en la forma de afrontar los conflictos familiares puede dañar la relación con tu pareja, por eso es importante saber cómo afrontar esta situación. Puedes aprender a hacerlo comunicándote mejor con tu pareja, estableciendo límites con la familia de tu pareja y aprendiendo a defenderte.

Este artículo ha sido escrito por Paul Chernyak, LPC. Paul Chernyak es consejero profesional licenciado en Chicago. Se graduó de la Escuela Americana de Psicología Profesional en 2011. Este artículo ha sido visto 155,073 veces.

Resumen del artículoXPuede ser molesto cuando tu pareja no te defiende ante su familia, pero teniendo una conversación abierta al respecto, podéis llegar a una resolución. Espera un buen momento en el que ninguno de los dos estéis estresados u ocupados. Luego, explícale lo que sientes por su familia y su falta de apoyo. Por ejemplo, di algo como: "Me molesta que tu madre critique nuestra crianza y tú no me defiendas. Te agradecería mucho que me defendieras en el futuro". Intenta negociar algunos límites sobre la familia de tu pareja, como que te irás si empiezan a hablarte mal. Una vez acordados los límites, pídele a tu pareja que se los comunique a su familia para que sepan lo que habéis decidido. Para más consejos de nuestra coautora, incluyendo cómo defenderte si tu pareja no lo hace, ¡sigue leyendo!

Mi marido tiene miedo de sus padres

Las relaciones con los suegros pueden ser una parte maravillosa de la vida matrimonial, pero también pueden ser estresantes. En cualquier caso, tus suegros forman parte de tu vida. Es importante que trabajes en tu relación con los padres de tu cónyuge, estableciendo límites cuando sea necesario.

Establecer relaciones estrechas con la familia ampliada no siempre es fácil. Pero aprender a llevarse bien con la suegra o el suegro suele merecer la pena por tu bienestar y tu salud mental.

Los límites son lo que vas a hacer y lo que no. Usted y su cónyuge deben decidir juntos cuáles son los límites en su propia familia. Por ejemplo, si valora que sus hijos se acuesten pronto, puede que no asista a eventos nocturnos, aunque sea el cumpleaños de su cuñada.

Si tu suegra viene a visitarte sin invitación todos los días y no te gusta que sea tan pegajosa, dile que es bienvenida a cenar los viernes alternos y hazle saber que, de lo contrario, no le abrirás la puerta.

La regla general es que cada uno se dirija a sus padres cuando surjan problemas. Enfrentarse a la suegra o al suegro (o incluso a la cuñada) crea un ambiente dramático porque te convierte en el malo de la película.

Odio a mi marido y a su familia

Por muy irritante que sea que tu marido no sepa o no quiera poner límites en la relación con su familia, es esencial que entiendas que ese comportamiento nunca es fruto de buenas experiencias.

Se trata de niños demasiado controlados, demasiado condicionados y, a menudo, demasiado disciplinados. Suelen ser niños mayores que se ven obligados a comportarse de forma madura demasiado pronto porque los adultos que les rodean no tienen tiempo para ocuparse de sus sentimientos y necesidades.

Supongamos que su incapacidad para establecer límites se localiza sólo en su familia. En ese caso, significa que en sus relaciones con ellos aún no tiene fuerza suficiente para salir del papel de niño.

En estos casos, la gente no suele tener ni idea de que es posible vivir de otra manera, y si entras en su familia, piensan que no sólo es normal sino también de mala educación tratarte de forma diferente a los demás.

Tienden a compartir demasiado, pero lo bueno es que suelen apoyar desinteresadamente a todos los miembros de la familia. Puede que su marido insista en irse de vacaciones con su familia y deje que invadan todos los aspectos de su matrimonio.

Mi marido cotillea sobre mí a su familia

Verdad universal: podemos elegir a nuestras parejas, pero no podemos elegir a la familia de nuestra pareja, lo que significa que nos toca lo bueno, lo malo y lo incómodo a la hora de tratar con ellos. Gestionar la implicación de los padres de tu pareja en tu relación puede ser complicado, sobre todo si tu pareja es el niño de mamá o la niña de papá por excelencia.

Los familiares que no entienden bien los límites pueden pasarse por tu casa a horas intempestivas, llamarte todas las noches para ver cómo estás o inmiscuirse demasiado en tus asuntos personales. Si tienes la sensación de que están causando estragos en tu relación, es hora de poner límites. Aquí te explicamos cómo trazar correctamente la línea entre la familia de tu pareja y vosotros dos como pareja.

Una vez que te tomes tu tiempo para entender lo que funciona y lo que no funciona para ti, estarás en mejor posición para ser flexible pero fuerte, explica la psicóloga Dra. Carla Manly, especializada en relaciones de pareja. "La técnica de los mensajes 'yo' puede ser muy poderosa para establecer límites", dice. "Por ejemplo, si los miembros de la familia presionan para que una persona se case y tenga hijos, una respuesta útil y positiva podría ser: 'Me siento estresada cuando sacas el tema de querer que nos casemos y tengamos hijos. Pero os prometo que seré el primero en daros la noticia'".