Relacion de descartes con otros filosofos

Contribución de René Descartes a las matemáticas

"Cogito, ergo sum" - "Pienso, luego existo"- es probablemente la frase más famosa jamás pronunciada por un filósofo, y probablemente la única en latín que conocen algunos estadounidenses. Así que hoy, en el que habría sido el 419 cumpleaños de René Descartes, el filósofo y matemático francés detrás de la famosa frase, los profesores de filosofía de William & Mary reflexionan sobre el hombre, su obra y su relevancia.

La mayoría coinciden en que conocieron a Descartes al principio de sus estudios filosóficos, pero tardaron mucho más tiempo en comprender a fondo su pensamiento. O, como dijo Elizabeth Radcliffe: "Todos los novatos creen que entienden el argumento del 'cogito' de Descartes. Yo no tenía ni idea de que se podían plantear tantas preguntas sobre la solidez y el significado de ese pequeño argumento hasta que estudié a Descartes como estudiante".

Elizabeth Radcliffe: Como suelo impartir nuestro curso de filosofía de los siglos XVII y XVIII, enseño habitualmente a Descartes, y le dedico más tiempo que a ninguna otra figura del periodo. Descartes expone un método para hacer filosofía inspirado en su formación como matemático, lo cual es muy interesante. Sería maravilloso que pudiéramos obtener en filosofía resultados tan seguros como las conclusiones en matemáticas.

La filosofía de René Descartes sobre el ser

A lo largo de los años, los filósofos han escrito y evaluado numerosos temas de filosofía. En ocasiones, estos eruditos conceden a sus ideas y a veces discrepan del pensamiento de los demás. Dos eruditos tenían ideas distintas acerca de dónde se originan las ideas innatas y cómo obtenemos este tipo de ideas. En particular, estos dos filósofos que tenían un argumento opuesto sobre el origen de las ideas innatas eran René Descartes y John Locke (Brandhorst, 2010, p. 56). Descartes basó sus puntos de vista en las Meditaciones sobre la filosofía primera, mientras que Locke lo hizo en Un ensayo sobre el entendimiento humano. Utilizando estas fuentes, el artículo pretende ofrecer una comparación crítica de las teorías de ambos autores sobre las ideas innatas. En este caso, el artículo explora las similitudes y diferencias entre las filosofías de Locke y Descartes.

Las ideas innatas son ideas supuestamente innatas en el cerebro humano, contrarias a las ideas recibidas o adquiridas a través de la experiencia (Tooby & Barrett, 2005, p. 23). Se parte del principio de que algunas ideas, por ejemplo, las de infinito, Dios, así como una sustancia, pueden considerarse innatas al no existir un origen experimental satisfactorio de las mismas. La teoría de las ideas innatas prosperó en el siglo XVII, y fue enunciada por Descartes.

La filosofía de René Descartes

René DescartesRetrato según Frans Hals[nota 1]Nacido el 31 de marzo de 1596 (1596-03-31)La Haye en Touraine, Touraine, Reino de FranciaMurió el 11 de febrero de 1650 (1650-02-12) (a los 53 años)Estocolmo, Imperio suecoEducación

René Descartes (/deɪˈkɑːrt/ o UK: /ˈdeɪkɑːrt/; francés: [ʁəne dekaʁt] (escuchar); latinizado: Renatus Cartesius;[nota 3][16] 31 de marzo de 1596 - 11 de febrero de 1650[17][18][19]: 58 ) fue un filósofo, científico y matemático francés, ampliamente considerado como una figura seminal en el surgimiento de la filosofía y la ciencia modernas. Las matemáticas ocuparon un lugar central en su método de investigación y unió los campos de la geometría y el álgebra, hasta entonces separados, en la geometría analítica. Descartes pasó gran parte de su vida laboral en la República Holandesa, inicialmente al servicio del Ejército de los Estados Holandeses, y más tarde se convirtió en un intelectual central del Siglo de Oro holandés[20]. Aunque sirvió a un Estado protestante y más tarde fue considerado deísta por los críticos, Descartes era católico.

Descartes ha sido llamado a menudo el padre de la filosofía moderna, y se le considera en gran medida responsable de la mayor atención prestada a la epistemología en el siglo XVII[22][nota 5]. Sentó las bases del racionalismo continental del siglo XVII, defendido posteriormente por Spinoza y Leibniz, y al que se opuso más tarde la escuela de pensamiento empirista formada por Hobbes, Locke, Berkeley y Hume. El auge del racionalismo moderno temprano -como escuela filosófica altamente sistemática por derecho propio por primera vez en la historia- ejerció una inmensa y profunda influencia en el pensamiento occidental moderno en general, con el nacimiento de dos influyentes sistemas filosóficos racionalistas de Descartes (cartesianismo) y Spinoza (spinozismo). Fueron los archirracionalistas del siglo XVII, como Descartes, Spinoza y Leibniz, quienes han dado nombre y lugar en la historia a la "Edad de la Razón". Leibniz, Spinoza,[23] y Descartes eran versados tanto en matemáticas como en filosofía, y Descartes y Leibniz contribuyeron también en gran medida a la ciencia[24].

Resumen de la filosofía de Descartes

2Este punto de partida me ha llevado a adoptar un enfoque polifacético que combina varios métodos diferentes (histórico, sociológico y filosófico), con el fin de describir el cartesianismo como fenómeno social y cultural en toda su complejidad1. Mediante el examen de las formas de sociabilidad, las prácticas culturales y los discursos, señalaré la tensión entre varios patrones de reconocimiento. La creciente aceptación dentro de las sociedades europeas del cartesianismo y su nueva legitimidad no pueden atribuirse enteramente sólo a su discurso. Más bien, fue también el resultado de una construcción social. A través de la figura de Descartes, me gustaría subrayar el hecho de que el proceso de universalización de su filosofía es compartido por tres escenarios diferentes: la identidad local (identidad urbana y parisina), las redes intelectuales europeas y la formación de la nación.

3La expresión "nueva filosofía", que acabó describiendo el conjunto del saber cartesiano a finales del siglo XVII, constituye un buen punto de partida para nuestro estudio, ya que apunta directamente a lo que está en juego en la pervivencia cultural de la obra de Descartes y de su reconocimiento como movimiento mayor de la filosofía. En ésta, la primera parte de mi trabajo, intentaré examinar un saber en acción que se elabora tras la muerte de Descartes en 1650 en el contexto de su circulación. Esta actividad consiste en identificar los préstamos y comentarios de Descartes, en definitiva en acumular elementos de conocimiento para reconstituir su filiación intelectual. Lejos de nacer inmediatamente, la filosofía de Descartes se constituye gradualmente con cada edición y reedición de sus textos dispersos. Esta labor editorial de delimitación de un corpus de textos confiere a los trabajadores de la imprenta, así como a los lectores, un papel activo en la comprensión del mundo cartesiano. Los esfuerzos de los impresores son tanto más importantes cuanto que están asociados a estrategias de movilización y difusión de estas ideas en espacios privilegiados que constituyen el crisol de la defensa de las nuevas ideas cartesianas en público.