Fumar porros te cambia la cara

El cultivo y consumo de marihuana se remonta a hace unos 6.000 años. Sin embargo, los efectos del cannabis sobre la salud, tanto cardiovasculares como de otro tipo, no están bien estudiados. Esto se debe en parte a que, según la legislación federal, el cannabis es una sustancia de la Lista I, lo que significa que "no tiene un uso médico actualmente aceptado y presenta un alto potencial de abuso". Esta designación impone numerosas restricciones a los investigadores, lo que dificulta la realización de investigaciones rigurosas sobre la marihuana.

Algunas de las pruebas que apoyan el uso médico de la marihuana son sus beneficios para el tratamiento del dolor crónico. Los compuestos cannabinoides (véase "Cannabis 101") interactúan con los receptores de las células nerviosas para frenar los impulsos de dolor y aliviar las molestias. Los cannabinoides también han demostrado ser eficaces para calmar las náuseas y los vómitos. Además, la marihuana es un potente inductor del apetito. La combinación de estos atributos convierte a la marihuana en una opción terapéutica para las personas que se enfrentan a los efectos secundarios de la quimioterapia y otras que sufren una pérdida de peso involuntaria. Sin embargo, en condiciones en las que ganar peso extra podría exacerbar problemas de salud existentes, como la diabetes, la estimulación del apetito sería contraproducente.

Fumar porros: el impacto en tu apariencia facial

¿Sabías que fumar porros te cambia la cara? La adicción al cannabis puede tener efectos visibles en tu apariencia física. El consumo frecuente de marihuana puede causar piel seca, ojos rojos y ojeras pronunciadas. Además, el humo del cannabis puede acelerar el envejecimiento de la piel, provocando arrugas prematuras y falta de luminosidad. Si quieres mantener una apariencia fresca y saludable, es importante tener en cuenta los efectos negativos que fumar porros puede tener en tu rostro.

Despertando sonrisas: El arte de sacarle punta a la vida

Si eres fumador habitual de marihuana, debes saber que "fumar porros te cambia la cara". No solo afecta tu estado mental, sino también tu apariencia física. El consumo prolongado de cannabis puede causar lo que se conoce como el "kiffer gesicht" o cara de fumador. Este síndrome se caracteriza por ojos enrojecidos, piel apagada y el envejecimiento prematuro de la piel. ¡Cuida de tu salud y de tu apariencia, piensa dos veces antes de encender ese porro!

Los fumadores se enfrentan antes y después de dejar de fumar

La planta de cannabis contiene cientos de compuestos, entre ellos el THC (delta-9-tetrahidrocannabinol). El THC es un compuesto psicoactivo que hace que la gente se sienta colocada. Las distintas formas de cannabis contienen diferentes cantidades de THC y producen diferentes efectos. Cuanto más THC contenga un producto de cannabis, más fuerte será el efecto.

Los concentrados, como los dabs, la cera y el aceite, pueden tener cantidades mucho más elevadas de THC -del 40% al 90%- que otras formas de cannabis, que suelen tener alrededor de un 20% de THC. Los concentrados pueden provocar un efecto más rápido e intenso que otras formas de cannabis y pueden suponer un mayor riesgo para la salud. El cannabis añadido a alimentos y bebidas tiene un efecto más retardado y duradero que el cannabis fumado o vaporizado.

El consumo de cannabis no está permitido en los vehículos de motor (aunque estén aparcados) ni en las zonas al aire libre de los restaurantes. Fumar o vaporizar cannabis en zonas prohibidas puede acarrear una citación civil y una multa.

La información que figura a continuación se basa en estudios que han proporcionado pruebas sólidas de cómo el cannabis puede afectar a la salud. Sin embargo, en este momento se necesita más información para comprender mejor los riesgos y beneficios para la salud del consumo de cannabis.

¿Qué aspecto tienen los fumetas?

Más recientemente, un estudio de marzo de 2019 analizó más de 2.500 visitas a urgencias relacionadas con el cannabis en Colorado. Descubrieron que los problemas estomacales como las náuseas y los vómitos eran el principal motor de los viajes, incluso antes que los problemas psiquiátricos como la intoxicación y la paranoia. En 2004, los médicos australianos empezaron a estudiar estos síntomas estomacales basándose en las experiencias de una mujer de la zona que solía fumar marihuana sin problemas y que, de la nada, empezó a tener reacciones adversas similares a las del estudio de 2019. La enfermedad rara es todavía bastante nueva y poco estudiada, pero los investigadores creen que podría afectar a una gran población. "CHS ciertamente no es muy raro", dijo previamente a Business Insider Andrew Monte, profesor asociado de medicina de emergencia en el Hospital de la Universidad de Colorado UCHealth que dirigió el estudio de marzo. "Lo vemos absolutamente todas las semanas en nuestras urgencias".

En esta foto de archivo del 19 de abril de 2014, los asistentes a la fiesta bailan y fuman marihuana en el primero de los dos días en el festival anual de marihuana 4/20 en Denver. El evento anual es la primera celebración de la marihuana 4/20 desde que las tiendas minoristas de marihuana comenzaron a vender en enero de 2014. Un año después de que el impuesto sobre la marihuana de Colorado para las escuelas quedara muy lejos de su objetivo, el fondo está batiendo récords y ha acumulado más dinero en los primeros cinco meses de 2015 que en todo 2014.

Cómo proteger la piel del tabaco

La marihuana es una mezcla de flores secas, tallos, semillas y hojas de la planta de cannabis. El THC (tetrahidrocannabinol) es el ingrediente de la marihuana que provoca la sensación de colocón.

En el pasado, la mayoría de la gente que consumía marihuana la fumaba como un cigarrillo (un porro) o en diferentes tipos de pipas. Ahora es más común vaporizarla con un vaporizador. También es muy popular mezclarla en alimentos o bebidas (comestibles) como brownies, tés, alcohol o gominolas. Algunas personas utilizan una "pluma de cera" o "dab pen" para inhalar el aceite u otros extractos de la planta de cannabis. Esto se denomina "dabbing" y proporciona altas concentraciones de THC.

La marihuana sintética ("hierba falsa") se fabrica en un laboratorio. No contiene THC de la planta de marihuana, pero se comercializa como si tuviera los mismos efectos. Los fabricantes suelen rociar la marihuana sintética sobre las hierbas para dar la impresión de que es natural, pero no lo es. Los productos de hierba falsa carecen en gran medida de regulación, por lo que hay poca información sobre si son seguros. Pero parece que sus efectos pueden ser impredecibles y peligrosos. Y el síndrome de abstinencia de la marihuana sintética es más grave y dura más que el de los productos con THC.

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